Presión ocular
La presión ocular normal en la población general cambia entre diez y veinte milímetros de mercurio (mmHg). En todos y cada persona, la presión ocular no tiene exactamente el mismo valor a lo largo de todo el día, sino oscila conforme la hora.
La presión es mayor por la mañana, esencialmente ya antes de levantarse de la cama. El valor de la presión ocular no presenta relación con la presión arterial (una persona puede tener la presión arterial elevada y la presión ocular normal, e inversa).
La tensión ocular o bien presión intraocular (PIO) es la presión que ejercitan los líquidos que se hallan dentro del globo ocular (sobre todo, el humor acuoso) sobre las estructuras firmes del ojo (córnea, iris, cristalino…). Esta tensión intraocular se mide en milímetros de mercurio (mmHg) y los especialistas estiman que para sostenerse en valores normales ha de ser inferior a 21 mmHg como hemos comentado anteriormente, si bien esta cantidad puede cambiar de una persona a otra.
El humor acuoso es un líquido transparente que se halla entre el cristalino y la córnea y que tiene múltiples funciones esenciales, como la de alimentar y oxigenar estas estructuras avasculares (por las que no pasa la circulación sanguínea), o bien la de sostenerlas en su situación adecuada. El humor acuoso se renueva continuamente y circula en el ojo desde la cámara siguiente, donde se genera en el llamado cuerpo ciliar, a la cámara precedente hasta salir, en su mayoría, a través del ángulo donde se unen la córnea y el iris. La tensión ocular elevada se genera cuando hay un desequilibrio entre la producción y la reabsorción o bien drenaje del humor acuoso, normalmente pues hay algún daño en las vías de salida de este fluido.
Resulta fundamental que los pacientes que presenten factores de peligro de cara al desarrollo del glaucoma (personas con antecedentes familiares, pacientes diabéticos o bien con una miopía elevada y personas con más de cincuenta años) se efectúen controles periódicos de la presión intraocular.
Frecuentemente la PIO se mide por medio de un aparato llamado tonómetro. Los tonómetros más modernos y más extendidos son los tonómetros de no contacto o bien tonómetros de aire. La tonometría de no contacto consiste en dirigir una pequeña corriente de aire cara la córnea (la capa más externa del ojo) para aplanarla y medir su resistencia a ser desfigurada. Conforme la cantidad de aire que haga falta para lograr aplanar la córnea, el tonómetro señalará la presión intraocular que el paciente tiene en ese ojo.
¿Cómo evitar que suba la presión ocular?
Es fundamental que el paciente con presión ocular elevada, que acostumbra a ser entre los síntomas del glaucoma, sea muy aprensivo en continuar el tratamiento y las recomendaciones del oculista. Existen medicamentos con cortisona o bien calmantes y antidepresivos que provocan una subida de la presión intraocular. Es por esta razón que los pacientes deben examinarse periódicamente la presión intraocular y preguntar a su oculista los fármacos que toman.